Reseña
del Libro por: Jose Echeverría Jr.
El simple hecho de leer “El arte de amar” me deja con muchas incertidumbres. Un libro que
tiene un poco más de cien páginas y que su autor es en mucho asombroso. Ahora,
en lo personal no me atrevería a hacer un resumen o un análisis descriptivo del
libro sin antes conocer acerca del autor. Por eso me vi en la tarea de estudiar
un poco más acerca de Erich Fromm.
Erich Fromm, un escritor alemán que trató de rescatar el arte de amar
aun entendiendo que su contexto histórico y entorno político decía todo lo
contrario. Ya que el libro fue publicado en 1957 justo al cabo y recuperación de
la segunda guerra mundial y donde uno de los más grandes y despóticos líderes
de ese tiempo hacía temblar el territorio Alemán ante su odio y repulsión
contra el pueblo judío del cual Fromm toma a Jesucristo en alusión al amor de
Dios en varios de sus capítulos. Como dato curioso, quiero resaltar que
precisamente en ese año, en la Inglaterra afectada por la falta de amor y la
guerra antisemita Nazi, El grandioso soñador de mundos mágicos y roperos encantados
C.S. Lewis, estaba publicando a través de Fontana Books las amargas líneas de su libro “The Problem of Pain” – “El problema del
dolor” donde nos muestra un panorama mucho más asombroso, verdadero y
distinto del autentico arte de amar.
Erich Fromm nos describe el amor romántico, el amor de los padres hacia
los niños, el amor fraternal, el amor erótico, el amor propio y el amor de
Dios. Aprender a amar, sugiere Fromm, requiere de práctica y dedicación.
A inicios del 2012 tuve la oportunidad de leer un libro llamado: “A Lover of Unreason” – “Un Amante de la
Sinrazón” y menciona que Sylvia Plath había leído “El Arte de Amar”
mientras que ella y su esposo Ted Hughes, otro escritor famoso, tenían
problemas maritales. Como buen lector y escritor, sin olvidar la admiración que
guardo hacia lo que escribe Plath no dudé en leer este libro en cuanto me lo
mencionaron. Si ella lo leyó, yo también tendría que leerlo.
El prefacio de Fromm inicia explicando que este libro quiere mostrar que
el amor no es un sentimiento que puede ser fácilmente entregado a cualquier
persona, independientemente del nivel de madurez alcanzado. Quiere convencer al
lector que todos sus intentos de amor están destinados al fracaso a menos que
primero se ame a sí mismo y desarrolle su total personalidad. ¡Eso es bueno!
El arte de amar y comprometerse plenamente con alguien requiere como
prioridad el comprometerse con uno mismo para estar del todo cómodo con nuestros
sentimientos, apariencia física y muchas cosas más. Al final y como consecuencia podremos evitar
la proyección de nuestras propias inseguridades sobre aquellos que nos rodean.
A pesar de que es un libro asombroso y estando bastante seguro de a
dónde quiere Fromm llegar. Por desgracia, no parece llegar a ese punto a lo
largo de sus escritos.
Definitivamente no es un libro recomendado para aquellos que sostienen
relaciones sin compromiso alguno y menos recomendado para aquellos que buscan
un pronto y positivo progreso en medio de una relación que se está despeñando
al fracaso. Fromm se enfoca más en los tipos de amor, más que en la práctica de
ese arte.
Yo sé que la lujuria y el deseo carnal pueden llegar a confundirse
absurdamente por el amor y sé que hoy en día, lastimosamente, el amor de los
padres es condicional. Conozco que el amar a tu prójimo y a tu enemigo incluso,
es imperativo y es digno de todo aquel que ama a Dios. Pero muchas de sus ideas
con respecto a la sexualidad pueden ser absurdas e incluso anticuadas para los
que tienen un pensamiento liberal y más cuando se dan cuenta de la fecha en que
este libro fue escrito. Fromm dice que la atracción sexual no es solo motivado
por la eliminación de la tensión, sino sobre todo el precisar de la unión con
una persona y la necesidad de amarla de por vida. Una idea que para muchos
pueda parecer errónea y que simplemente al final irán a desligar la intimidad
sexual del amor.
Pasando de esto, me encuentro con uno de sus más grandes errores (y de
muchos padres también) algunos puntos de vista sobre la paternidad sugieren lo
siguiente:
“El
amor paternal es el amor condicional. Su principio es: Te amo porque cumples
con mis expectativas y al final haces las cosas porque eres como yo”
Sé que la mayoría de los padres son así. Pero no todos
son así. Si ese hubiera sido el caso, mi padre me habría repudiado hace mucho
tiempo por la hermana menor que tengo.
Desafortunadamente
en nuestra época también existen madres que no tienen esa conexión con su bebe
al momento de la noticia de que están embarazadas. Me temo que no sucede a
veces, especialmente con los casos de depresión post-parto y algunas madres
simplemente no lo sienten de inmediato. Puede tomar tiempo y en este caso Erich
Fromm nos plantea un panorama distinto.
Fromm nos muestra el amor que deberíamos vivir como el
que se refleja en las películas euro-americanas y no como en los cuentos de
hadas, en su buena intención de hacernos ver que la decisión más grande del
hombre mueve al mundo, se desliga por completo de la práctica diaria y se
enfoca en las figuras que deberíamos seguir. Un libro que parece mostrarnos lo
que deberíamos de hacer y batallamos por encontrar. Aquel amor que se presenta
ante nosotros diariamente bajo la luz del sol y reflejado en el sacrificio más
grande de la historia de un humilde redentor y para fortuna de todo lector, es
solo cuestión tiempo el analizar y entender que el amor se resume en hacer todo
lo que él hizo y nos enseñó. El amor es dar todo, entregar todo, sin esperar ser correspondido. Ese es el verdadero arte de amar.
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